Ya todo parece ruina...
¿El mundo?
Todo lo he destruido.
Nada queda.
Sólo el amor resiste
a malas penas
la embestida,
y se desangra a borbotones.
Muerto el amor,
¿quién sobrevivirá al verano?
Ése que será tan frío sin ti,
tan frío y desalmado como tú.
Solo y frío como un muerto estaré yo;
finado del amor y de la vida;
buscando paraísos en la nada...
Sin ti... Sin nadie...
Donde sólo tu ausencia sea.
Donde ni la sombra habite.
Juan José Gómez Tornero