"Y pues V.M. escribe se le escriba y relate el caso por muy extenso, parescióme no tomalle por el medio, sino por el principio, porque se tenga entera noticia de mi persona; y también porque consideren los que heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los que siéndoles contraria, con fuerza y maña remando, salieron a buen puerto."

El Lazarillo de Tormes

sábado, 13 de junio de 2015

Internet y la educación

Voy a recoger en esta entrada una serie de apuntes que tomé en una charla que dio un profesor, del cual no recuerdo el nombre, en un curso sobre Internet y la educación, y a los que he añadido algunas notas propias. Guardé celosamente esos apuntes porque estuve de acuerdo con casi todo lo que dijo este profesor y, además, me pareció que aportaba bastante luz con sus palabras a un asunto en el cual no se ha profundizado lo suficiente, a pesar de que quizá debiera ser el tema más importante a tratar a la hora de enfocar la educación en nuestros días, si queremos que ésta sea de calidad. Os dejo un resumen de las notas que tomé:

Hoy en día, Internet es el medio de información más importante que existe. En la red se acumula más información que en cualquier otro medio que haya podido haber a lo largo de la Historia. Internet es un medio educativo, es un medio de ocio, de interacción, de corrupción, de depravación...

Con el surgimiento de los medios de comunicación y de transporte hasta ahora conocidos, el mundo se unificó bastante, pero Internet ha anulado la idea de frontera. Nuestros países, nuestros límites, y hasta incluso nuestras vidas se han hecho porosos. 

Con Internet surge la cibercultura, lo que nos debe hacer preguntarnos hasta qué punto, esta cibercultura, facilita y/o dificulta nuestra propia vida; y, en último término, cómo favorece al hombre que queremos ser cada uno de nosotros, y al hombre en sentido transcendental, tanto ahora como de cara al futuro. También debemos preguntarnos si Internet tiene una capacidad antropogénica, esto es, debemos preguntarnos si Internet puede crear un hombre nuevo. En la actualidad, la pregunta filosófica acerca del hombre ya no es la kantiana, a saber, "¿Qué es el hombre?", sino que esta pregunta se convierte en "¿Qué queremos hacer del hombre?". Esta última pregunta se hace especialmente relevante cuando la extrapolamos a la educación. En nuestra sociedad, Internet comienza a ser -creo que para mal porque no se sabe utilizar- el principal maestro. De hecho, con toda la razón de un tonto, el mismísimo Homer Simpson dice en uno de sus discursillos que "con esto de Internet los niños se crían solos". En realidad, esto no es algo malo en sí mismo, sino que es negativo solamente en la medida en que los educandos no sean capaces de adoptar un punto de vista crítico ante el medio.

El personal docente, tanto de colegios, como de institutos y universidades, debería preparar al alumno para utilizar Internet. Es apasionante buscar información en este medio, entre otras cosas porque uno se convierte en protagonista de su propia educación. Los docentes, sobre todo en colegios e institutos, deberían saber y enseñar que los ordenadores no están en los centros para que los niños jueguen y se entretengan. Si ésta es la práctica habitual en las aulas, es normal que la cibercultura esté generando una sociedad totalmente rizomática, superficial y ligada al entretenimiento. Sin embargo, Internet puede ser un medio muy positivo. Las sociedades ilustradas han hecho siempre de la información un medio para la libertad del hombre. Como ya decíamos antes, Internet es el gran gigante de la información, sin embargo, no es un medio de la sociedad de masas al estilo de los periódicos o la televisión, ya que Internet permite la interacción entre varios actores. Todo el mundo está en condiciones de acceder a la información que hay colgada en la red y de plantear lo que crea oportuno, e incluso de contestar o refutar a cualquier otro.

Por otro lado, los medios de comunicación a los que estamos acostumbrados tienen que pasar por creadores de información que, además, normalmente, manipulan esa información. Sin embargo, gracias a Internet la información se acelera y nos llega libre y sin pasar por la cocina. Esto tiene el inconveniente de que, si no somos capaces de contrastar la información adecuadamente, estamos expuestos a bulos y a manipulaciones, más peligrosas, si cabe, que las de los medios de comunicación comunes. Alguien puede generar cierta información en la pantalla de su ordenador o de su móvil y hacer incluso que un gobierno fuerte caiga en tres días. Recordemos lo que pasó el 13 de Marzo de 2004 en plena jornada de reflexión. Internet hace que el conocimiento viaje libre, sin que sea filtrado por los creadores de opinión pública, e incluso sin atender a las restricciones que marcan las leyes. Esto puede tener el inconveniente, como digo, de que se puede recibir información falsa en situaciones de emergencia, y, como consecuencia, se puede provocar que algunas personas reaccionen impetuosa e irreflexivamente. Sin embargo, tiene la ventaja de que ya no estamos sujetos a los sesgos que nos presentan los directores de televisión o de periódicos, ya que tenemos acceso a una gran cantidad de opiniones y a una multitud de fuentes de información. No obstante, hay que insistir en una cosa: no se puede confundir la fluidez de la información con la reflexión acerca de la misma. Por eso, siempre seguirá siendo importante la educación clásica, la disciplina a la que nos obliga el libro en las aulas, la consecución de un pensamiento crítico mediante el estudio de la Filosofía, la Historia, la Lengua y las Matemáticas. En definitiva: la búsqueda del pensamiento reflexivo, la coherencia, el sentido, el significado y el orden. Si la gente, ante la multiplicidad de opiniones que se vierten en Internet, aprende a adoptar una actitud crítica y reflexiva, entonces Internet será un medio excelente para la educación.

Para conseguir esto, lo primero que hay que hacer, aparte de reflexionar sobre la información que recibimos de la red, es atender a la multiplicidad de opiniones, para así poder contrastar y buscar la coherencia. En Internet hay mucha pluralidad informativa, siempre que no nos quedemos en los 10 primeros resultados que nos aparecen tras hacer una búsqueda en Google. En definitiva, se trata de buscar información con validez acreditada y contrastarla. Ésta debería ser una de las principales misiones de los docentes en las aulas, si lo que se quiere es aumentar la calidad educativa y tener alumnos críticos, reflexivos, y no facilmente manipulables.

Como ejemplo de utilización de Internet como vehículo y apoyo para la educación aludiré a un proyecto que conocí de primera mano cuando se llevó a cabo allá por el año 2009 (y digo "se llevó" porque su autor hoy ejerce una actividad distinta a la enseñanza y este trabajo dejó de implementarse en 2012) que fue el Proyecto COMPAHSu autor es Juan José Ríos, profesor de matemáticas, y, además, mi tío. También tenía un sitio web llamado La Pizarra de Juan J. Ríos. Y actualmente actualiza regularmente dos blogs de innovación La i de innovación y Euroresidentes.